Tuvo que ser sorprendente la aparición
en la India de un revolucionario que empezase a proponer una sola arma para su
lucha: la no violencia.
Este fue Gandhi, a quien el pueblo puso
el apodo de Mahatma, que significa Alma Grande.
Nació en 1869. Eran años en que la India
dependía políticamente de Inglaterra y los ingleses explotaban aquel país.
Gandhi estudió en Londres y se había
doctorado en Derecho en 1893 cuando, de regreso a su patria se puso al frente
de un movimiento nacionalista y de lucha por la independencia. Movilizó a 350
millones de hindúes contra los ingleses.
Se apoyó en el mensaje de paz de la religión
hindú. Citaba con frecuencia a Jesucristo para predicar el amor y la igualdad
de los hombres. Defendió a los parias, la casta de los intocables, y
cambió su nombre por el de harijans (hijos de Dios). Adoptó la sencillez
de vida de los pueblos, e implantó su método contra el país dominador a base de
demostraciones de resistencia pasiva, denuncia de las leyes injustas y huelgas
de hambre.
Detenido y encarcelado en varias ocasiones,
se imponía ayunos en señal de protesta cuando la lucha de sus compatriotas por
la libertad se volvía violenta.
Después de dos decenios de perseverar en
su oposición, cedió Inglaterra en 1947 y negociaron la independencia. Los más
altos cargos políticos iban a pedirle consejo, los educadores acudían a pedirle
opinión y se ganó la admiración del mundo.
Pero un hindú fanático, a quien no había
gustado el tratado de independencia porque permitía a los musulmanes formar
nación aparte (Pakistán), le asesinó al año siguiente. Las últimas palabras que
se le oyeron son: ¡Hai Rama, Hai Rama! (Oh Dios, Oh Dios).
En la fecha de su muerte, 30 de enero,
se celebra ahora el día escolar de la paz y la No-violencia.
Estas
son algunas de las ideas que Gandhi propagó por todas partes:
-
Venced
el odio con amor, la mentira con la verdad, la violencia con el sufrimiento.
-
Cuando
leo el Evangelio me siento cristiano. Pero cuando os veo a los cristianos hacer
la guerra, oprimir a los pueblos colonizados, emborracharse,... me doy cuenta
de que no vivís el evangelio.
-
Yo
tengo la convicción profundamente arraigada de que sólo la no violencia puede salvar
a la humanidad.
-
La vida
al aire libre, el amor al prójimo, la caridad y el abandono de toda clase de
violencia deben ser los principios rectores de la humanidad.
-
La no
violencia es el mensaje central de la Biblia, tal como yo entiendo el
"dichosos los pacíficos" dicho por Jesús en el sermón de la montaña.
He intentado evitar la
violencia; deseo con todas mis fuerzas evitar la violencia. La no violencia es
el primer artículo de mi fe y el último
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